martes, 17 de noviembre de 2009

Cuando el príncipe digievoluciona en Sapo!

Y bien... que esperaba? En el fondo siempre supe que el príncipe encantador era gay...

En el caso de B pues es un sapo, con sus cosas buenas, como todo sapo, pero un simple sapo al fin y al cabo.

Ayer no nos vimos, mi jefa me cambió los horarios, así que acordamos que me llamaba hoy para vernos. Así que mi día se basó en prepararme para dicha ocasión, ya que incluso podía quedarme a dormir poque libraba el miércoles por la mañana. Hice toda la rutina preparatoria que hacemos las mujeres cuando alguien nos gusta, como si ese alguien (a no ser que seas lesbiana) se fuese a dar cuenta de tus esfuerzos. Hablamos de limpieza de cutis, cremas varias, depilación, elección de vestuario, manicura, maquillaje, peinado.

Y bien debo decir que si son las 10 de la noche y estas vestida, peinada y maquillada para un hombre que no te llama, te digan lo que te digan, eres patetica. Pero si encima, el ser decide llamarte a las 10.30, con un pedo de la ostia para llevarte a su casa, además de pateticas, debes parecer una fácil!

Así pues respiro hondo y le pregunto, estas borracho? "No" (risas de fondo, sus amigos?) "Bueno si, estoy borracho, pero de todas formas puedes venir a mi casa y dormimos y te prometo que no tenemos xq hacerlo" (carcajada general, incluido él) Silencio por mi parte. Retoma un tono serio. "Pero si no quieres verme borracho lo entiendo" Si mejor que no, no es buena idea. Silencio por las dos partes. "Sigues rechazandome" No, de echo estaba vestida por si me llamabas, pero verte borracho es una mala idea. "Vale, podemos vernos mañana entonces, no?" No, mañana trabajo y no estoy disponible hasta el jueves. "El finde entonces?" Ya hablamos... "Bueno pues me ire a casa solo entonces" Solo y borracho. " Bueno hablamos mañana de todas formas. Buenas noches. "Buenas noches, que descanses".

Así pues comencé la rutina patetica de quitarme la ropa que había elegido, atarme el pelo, que cuidadosamente había peinado, sentarme en la cama y quitarme cuidadosamente el maquillaje waterproof que me había puesto pensando en que no se me estropeara en el fragor de la lucha.

Era mucho esperar que llamara sobrio a una hora normal para llevarme a su casa? O si no había pensado en mí en todo el día que simplemente no llamara, ni enviara mensajes, ni nada de nada? Era demasiado pedir que si no le interesa no hablara toda la mierda que habló?

Yo y los hombres, los hombres y yo. Lo bueno del sexo esporádico con desconocidos es que no tienes que pasar por esto. No hay horas de espera, no hay nervios, no hay angustias, no hay planes ni decepciones.

No me malinterpreten, se que soy lo suficientemente estúpida como para perdonarlo si quedo con el y me pone ojitos. Pero por lo menos tendré testigos de que hoy yo lo odiaba...

Rouge
(debe de haber muchas faltas, prometo corregirlo cuando sea capaz de releerlo)

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