viernes, 4 de marzo de 2011

Salvaje!

Y el problema es que estaba domesticado. A nosotras no nos gustan los hombres domesticados, nos gustan salvajes.

Para así poder domesticarlos y luego, una vez terminado el trabajo, dejar de quererlos. Y que otra los rechace porque ya están domesticados.

Es la historia sin fin!

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