Y volvió a pasar, exactamente una semana después de habernos visto por última vez volvimos a quedar. Me mandó un mensaje para que fuera a cenar a su casa... Y evidentemente fui directa después del trabajo.
Debo destacar q me llama mucho la atención que calcule tanto el tiempo entre mensaje y mensaje, pero bueno yo hago lo mismo.
Así q nos situamos en miercoles 30 de Diciembre. Tube q ser sincera con el y decirle q no recordaba donde vivía y así quedamos en un sitio intermedio y caminamos hacia su casa, con un frío infernal y un poco de lluvia. Desde el principio y como siempre con el yo estaba totalmente cómoda y disfrutando de su compañía.
Llegamos a su casa y tras un par de bromas al respecto de mi insumentaria en el trabajo nos besamos por primera vez desde que lo he visto estando sobria. De inmediato sentí en el una ansiedad y una prisa q yo no tenía. Pero me gustaba saber q se sentía así.
Nos echamos en la cama y estubimos hablando de estupideces durante horas q parecieron segundos. Yo estaba totalmente agotada y mi inglés hacía las cosas difíciles pero nos lo tomábamos con humor. Aún así no pude alargar demasiado el momento en que decidiera acercarse, y de nuevo esa sensación no correspondida, pero agradable. Sus ganas fueron mías por un rato y me encontré recibiendo más de lo que esperaba. Más atenciones, caricias y besos de las usuales para alguien q no era nadie.
Entre una cosa y otra se nos hicieron las 2, me pidió q me quedara en su casa, mi cansancio me hizo acceder, dado q vive mucho más cerca de mi trabajo yo. Así, entre sus brazos me dormí despertandome únicamente cuando lo sentí irse de mi lado y regresar al rato con zumo y galletas. Evidentemente no desayunamos, al menos nada de lo que trajo. Así me vi salir corriendo de su casa 35 minutos antes de mi hora de entrar al trabajo y riendome entre dientes de q nadie sabría como había empezado mi día 31. Luego pensé q no nos habíamos deseado feliz año nuevo.
El día transcurrió con normalidad, con un poco de cansancio por mi parte pero bien. Cuando después de partir el año abandoné la fiesta en la que estaba no pude evitar reirme a mandíbula suelta al ver q me había enviado un sms deseandome feliz año. Y así fue como por primera vez uno de nosotros olvidó medir el tiempo políticamente correcto para saber del otro...
De esto hace más de una semana más y hoy ha vuelto a dar señales, pero esta vez he sido yo la q no ha esperado el tiempo adecuado para contestar...
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