lunes, 19 de octubre de 2009

Niño belga

Me iré de ti, pero tu no te vayas de mi. Porque me iré de ti como me voy de todo, sin que nada se vaya de mi.
Aforismo de A.Porchia

Perdón por mi ausencia estas semanas, y por las entradas semi-depresivas. El motivo es que últimamente he dedicado mi tiempo a la búsqueda (desesperada) del amor. Tras mi evidente fracaso he decidido volver a mi vida de turista internacional, ya que como veréis cuando comience este relato, han habido ciertos cambios en mi conducta, uno de ellos es que he abandonado el turismo exclusivo de Londres, ahora me dedico a sabores de otros países.

Antes que nada, os situó en tiempo y espacio. El jueves fue mi cumpleaños, 21 años. Así pues decidí romper con mi desesperada búsqueda del amor para reincidir en una antigua costumbre, regalarme un hombre por mi cumpleaños. Si nunca lo habéis probado, os lo recomiendo, al fin y al cabo, nadie sabe que es lo que te gusta mejor que tu misma.

Así pues, tras una cena deliciosa llena de verdadera amistad y cariño, y tras una botella de champan y 6 latas de cerveza de medio litro, me encaminé con mi amiga a un club del centro de Londres. Bailamos, bebimos y pasamos un buen rato en general. Ya sabéis, las chicas solas siempre pasan un buen rato. Tras tanto baile decidimos tomarnos un descanso, sentándonos en unos sofás del local. Cual fue mi sorpresa cuando un rubio imponente, no sólo me saluda, sino que se sienta a mi lado y comienza a hablarme( NOTA: Por está vez seré presa y no cazador, lo he decidido)

Descripción:

Alto, 1,85m, rubio, ojos azules y pinta de no haber roto un plato en su vida y un aire de persona culta que me atrajo enseguida, convirtiéndome en lo que comúnmente llamaríamos una presa fácil. Empezamos a hablar, es belga y estudia historia del arte, y para no variar está solo de paso y se marcha el lunes, empiezo a preguntarme como me las apaño para conseguir hombres de usar y tirar incluso cuando ese trato me resulta tan insatisfactorio. Enseguida nos vimos totalmente inmersos en una conversación sobre arte, historia, arquitectura, museos y ciudades culturalmente activas. Lo que una nunca se imaginaba que comentaría con una persona a la que solo pensaba tirarse. Lo grandioso es las connotaciones que tendrán este tipo de conversaciones para mí en un futuro, porque lo creais o no, el arte puede ser muy sexy, terriblemente sexy si se habla con una persona que domina el lenguaje, supongo que pasará lo mismo con todo, aunque no sé como de sexy puede resultar una conversación sobre química inorgánica. En fin, continuemos...

Este bellísima y culto adonis belga es igual de encantador que de tímido. No hay manera de que se arranque, es más lo veo inseguro hasta puntos insospechados, lo cual choca con su desenfadada manera de entablar conversación. Por suerte, tenía amigos, ya sabéis lo mucho que amo a los amigos de los líos ocasionales. Los amigos nos piden que nos saquemos una foto juntos y luego que nos saquemos una foto besándonos. Todo este asunto me resultaba tan terriblemente infantil... Decidí preguntarle su edad, al fin y al cabo el sabía la mía. Diecinueve, dice hablando bajito y mirando al suelo. OUCH! Y de nuevo mi debate, me importa, no me importa... Parece que mi debate fue lo suficientemente evidente como para que decidiera besarme para distraerme de mis quehaceres morales. OH DIOS MIO! Es sin duda, el peor beso de mi vida, terrible. Nunca vi nada parecido, lo único que se podía agradecer era que por lo menos no salivara como una yama... Tenía el conocido beso de lavadora, dando vueltas sin parar a la lengua y a una velocidad absurda. Terrible.

De nuevo empiezo a darle vueltas al tema de que hacer con un chico así. Solo tiene 19 años! (dice mi consciencia) Pero está tremendo, y además no los aparenta (dice el alcohol) Pero besa fatal (consciencia) Todo se aprende (alcohol)

Tras largos debates mientras la noche seguía y distrayendolo con bailes y copas de que intentara volver a besarme consiguió su ultimo voto a favor, que haría que el debate terminara dándole la razón al alcohol. Me comenta algo sobre arte y dice nunca pensé que pudiera tener una conversación sobre arte con una chica tan preciosa y que no me tomará por freak. En ese instante decidí mirarlo a los ojos, probablemente por primera vez desde que llegó, y descubrí que era totalmente imposible negarle algo a esos ojos. Imposible. Esto jugaría en mi favor dentro de una hora o dos.

Cuando el club cierra mi adorable niño belga me dice; quiero irme contigo a donde sea, no quiero dormir sin ti esta noche. No son adorables los hombres que son capaces de hacer lo que sea por no dormir solos? Creo que pierden la capacidad de parecer desesperados con el tiempo, lo cual es una lástima, porque los hace totalmente irresistibles. Empezamos a pensar que podíamos hacer. Por suerte tengo una amiga que siempre está dispuesta a dejarme mancillar su cama y que por cierto, no tiene ningún problema para encontrar la suya propia por otro lado. Le pregunto si hay alguna posibilidad de que nos vayamos a su casa, duda y le digo, míralo a los ojos y dile que no puede dormir conmigo hoy. Le fue imposible. Otro punto para el niño belga.

Finalmente nos dirigimos a su casa (casi una hora en bus). Y que feliz estaba yo con mi niño belga a mi lado, tan adorable, con esos ojos tan irresistibles. Incluso para el conductor del bus, que lo dejó pasar aunque su ticket había caducado. Como he dicho, ojos irresistibles.

En el transbordo de una línea a otra de bus tuvimos que esperar alrededor de una hora al aire libre. Fue en esa hora donde descubrí otra capacidad increíble del frío, y es ni más ni menos que unos labios, o una lengua se sientan como magma volcánica sobre la piel casi helada. Si nunca lo habéis probado, es una sensación que está 100% recomendada por mi. Increíble. Esta noche de cumpleaños me ayudó a darme cuenta de muchas cosas que me gustan en general de la vida.

Por fin llegamos a la casa. Yo me había mentalizado, debido a sus cualidades besando, de que el polvo dejaría mucho que desear, de echo estaba casi segura de que mi niño belga sería virgen. Gracias a Dios, me equivocaba. Lo cual nos lleva a una enseñanza importante, no todo mal besador es un mal follador.

Volvamos al tema, he dicho que esta noche me sirvió para averiguar cosas que me gustan de la vida. Bueno, aquí va una que probablemente solo las mujeres entenderán y creo que es la razón por la que personalmente nunca me cansaré del sexo. Y es aparte del orgasmo, evidentemente, lo mejor del sexo en mi opinión. Se trata de cuando se produce una pausa, un momento de silencio en el que eres totalmente capaz de sentir latir a la otra persona dentro tuyo. Embriagador incluso recordarlo. Es el típico momento que recuerdas al día siguiente y hace que se te cierre el estomago de golpe. No se que sentirán los hombres en un momento así, pero apuesto a que ni se compara.

De resto poco más, se durmió enseguida. Yo no tenía sueño, me dio tiempo de contar los lunares de su pecho y de su cuello antes de decidir que ya era momento de separarme de el (no solo físicamente). En ese momento pensé, te has regalado por tu cumpleaños a un belga de 19 años, espero que no se convierta en una tendencia habitual.

Me despierto al día siguiente sintiéndome observada. Evidentemente lo estaba. Abro los ojos y me veo al niño belga sentado en una silla junto a la cama mirándome. Está totalmente vestido, le pregunto por la hora. Las 10! Vaya por dios! Si yo no puedo ni moverme, como te vas a ir ya? Pensaba que los obsesionados con la hora eran los suizos. Me dice que se tiene que ir, decido no moverme de la cama ni hacer el menos intento de vestirme para acompañarlo. Se levanta, doy por sentado que se va a ir, y no debo negar que me ofende. Sin embargo se sienta a mi lado en la cama, apoya la cabeza en mi pecho, me da una mano y se queda mirándome alrededor de media hora. Y yo ahí, sin saber que hacer con tanta dulzura, incluso incómoda, decido cerrar los ojos y hacerme la dormida. Cuando por fin se cansa de observarme me besa la frente y se despide.

Juro no haber tenido una sensación semejante en mi vida, a la que tuve cuando se cerró la puerta. Se acababa de ir el niño belga. Belga, como el chocolate.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Memorándum a mi misma

"Los hombres son tán fáciles de atraer como de espantar"

Después de casi 6 meses, reaparece un hombre que conocí en uno de mis viajes, totalmente embrutecido porque la última vez que hablamos (hace seis meses) le avise que estaba en la ciudad una semana antes de irme y no un mes antes de llegar. A que viene esta conversación seis meses después? Por qué ha estado todo este tiempo guardandose eso? Esperaba un mensaje enviado vía una paloma blanca?

Después de tratarlo como a un niño de 4 años con problemas cognitivos conseguí que me dejará en paz y de ahí me surgió esta frase.

(Agradecimientos a mi querido esposo por ser la inspiración de este blog en general, y de esta entrada en concreto.)


Rouge